Daniel Liévano es nuestro personaje del mes

Daniel Liévano Escrucería (2007) comparte con la comunidad de exalumnos su experiencia como artista. Nos cuenta cuáles han sido sus referentes, dónde se ha publicado su trabajo y habla del premio que recibió en Nueva York una de sus ilustraciones basada en el posconflicto colombiano.

¿Cuándo decidiste ser ilustrador y quiénes te han apoyado en tu carrera?

Me dedico al dibujo y a la ilustración desde septiembre del 2014. Estaba aburrido con mi trabajo como diseñador de exhibiciones en ese entonces, no me permitían imaginar otros mundos posibles, y sabía que era tiempo de empezar a liberar mis ideas.

No le pedí apoyo a nadie, por tanto no quería recibirlo, si se trataba de una buena decisión, tenía que ser desde el fondo y en soledad.

¿Qué referentes has tenido en tu trabajo como artista?

Ahora se me viene Magritte a la cabeza, es el referente de muchos ilustradores conceptuales, muchos artistas, publicistas, mucha gente. La forma de pensar los dibujos de Gerard Dubois me ha marcado recientemente,  y un tipo de nombre Jan Feindt, austriaco si no me equivoco, me acuerdo que le escribí cuando estaba en el Colegio, él me dijo cómo debía empezar, le agradezco infinitamente haberme respondido, qué gentil.

Me inspira directamente la música, de hecho tengo más influencia emocional con la música que con los artistas visuales. Una vez una chica me dijo que mis dibujos parecían canciones de Sufjan Stevens, fue el halago más grande, porque precisamente él me ha venido marcando con su forma de escribir y cantar.

¿Qué es la ilustración editorial y qué has hecho en este campo?

La ilustración editorial es cualquier proyecto de ilustración relacionado con la producción de cualquier tipo de publicaciones: Revistas, libros, periódicos, plataformas digitales, páginas web. Aquí es donde yace la mayoría de mi portafolio, trabajo para clientes como el periódico The Boston Globe, El Espectador, El Tiempo; revistas como Guideposts, American Lawyer, Malpensante, Diners; E y editoriales de libros como Norma y La Silueta.

Entiendo que ahora también te interesa ser autor y una muestra de eso es tu libro La Montaña de la Realidad. Háblanos un poco de este proyecto.

Bueno, hace un año decidí publicar mi primer libro escrito e ilustrado. Estoy contento porque ha tenido muy buena recepción en las librerías. Es una selección de pequeñas fábulas sobre temas filosóficos y cotidianos. Si hay algo que me mueve el alma, es encontrar los espacios en donde lo trascendente, lo sublime y lo cotidiano se unen, un buen lugar para eso es el amor, por supuesto. Escribir es una vocación que tenía desde el colegio en realidad, Mariafer me dijo que no parara de escribir una vez que un cuento mío quedó en segundo lugar para un premio que hacía la revista del colegio, NN se llamaba, no sé si todavía exista. He participado en varios concursos de escritura y he tenido la suerte de ser finalista en algunos, una lástima porque en varias clases de español del colegio no me iba bien. 

¿Qué trabajo/ilustración/comic de los que has hecho tiene un significado especial para ti?

El cuento que se llama El Observador, del libro La montaña de la realidad, ese cuento es autobiográfico, me conmueve mucho que muchas personas también se identifiquen con este relato.

Cuéntanos de tu experiencia haciendo ilustraciones del posconflicto y del premio que recibiste por este trabajo.

Fue el primer gran proyecto, con VICE, una plataforma Canadiense de periodismo que acaba de sacar oficinas en Colombia. Fundaron un proyecto llamado Pacifista, y me contrataron para ilustrar todo el glosario de términos del Posconflicto para explicarlos de tal manera que todo el mundo los pudiera entender. Una de las ilustraciones ganó un premio en Nueva York en un concurso anual que se llama American Illustration. Luego tuve la oportunidad de asistir a unas conferencias en las universidades de Cambridge en Boston para hablar del proyecto, mi presentación se llamaba Ilustración, alquimia y poesía.

¿Qué recomendación le darías a un exalumno que esté próximo a graduarse del Colegio o, incluso la universidad, y quiere comenzar una carrera de artista como la tuya?

El arte no es un camino cualquiera, es de resiliencia. No es una carrera para hacer dibujos o pintar, es para transformar la pequeña realidad que cada uno tiene adherida a la mente. Es el camino más largo de todos, el más doloroso quizás también, pero al fin y al cabo el más placentero y profundo.

¿Qué has hecho desde que te graduaste del Colegio?

Desde que me gradué en el 2007 empecé a descubrir que el mundo era más grande de lo que imaginaba. Entré a estudiar Diseño y Publicidad en la Universidad Jorge Tadeo Lozano y una clase llamada Semiótica I me hizo dar cuenta de que no estaba tan loco como pensaba. Desde ahí empecé a abrir los ojos con más seguridad, estudiar sin miedo los misterios y placeres de la vida. He estado trabajando en varios sitios y en distintos trabajos, más allá de los reconocimientos como artista, lo que más me queda son los lazos o las breves historias que he formado con la gente, clientes que se vuelven amigos, y amigos que se vuelven clientes. Personas que me han dicho gracias por hacer lo que hago, eso no tiene precio. Gracias también a esas personas.

¿Cuál es tu palabra favorita y cuál es la que menos te gusta?

Ahora pienso en Inefable. La más fea… uy hay muchas, borracho, rata, declaración de renta, gravamen.

¿Cuál es el sonido que más recuerdas del Colegio?

No tengo uno que fuera constante, bueno, además del timbre entre clase y clase, pero ese no lo recuerdo con agrado. En cambio, recuerdo una vez que estaba en clase de química en el tercer piso del edificio de semestralizado, faltaba como una hora para terminar y empezó a sonar desde muy lejos una canción de Sigur Rós, unos teclados en piano hermosos;  Estaban sonando desde el polideportivo como si fuera un concierto, no podía creerlo y me paré asombrado, casi asustado. Probaban los parlantes para un evento que iba a suceder ese fin de semana. La profesora me dijo que me sentara.

¿Cuál es el olor que más recuerdas del Colegio?

El perfume de una niña que me encantaba cuando yo estaba en quinto de primaria, todavía lo tengo en la cabeza.

¿El profesor/a que más recuerdas?

Varios, pero me voy a ir con el que primero se me viene a la cabeza, quizás porque fue en donde fui más feliz: Libardo, un poeta del deporte, nos hablaba de Nietzsche y la vaina.

¿Cuál fue tu materia favorita?

Educación física y filosofía. Curiosamente no me iba nada bien en arte.

¿Quiénes eran tus mejores amigos?

No les asignaba esa etiqueta, pero tenía buen parche con varios, Sedano, Medina, Juan Bernardo, Lucas Botero, Joseph, Juan Vicente, Cuellitar, quién sabe en qué travesía andarán.

¿Cuál era tu lugar preferido en el Colegio?

Las canchas de futbol, no creo que vuelva a sentir la felicidad tan grande de celebrar un gol en los recreos, eso no volverá a suceder. También el sufrimiento de ese timbre que mencioné anteriormente. Había un sofá, creo que rojo o gris, en la esquina de la biblioteca, ese me daba algo de paz.

¿A quién te gustaría ver cómo personaje del mes?

Hmmm, pasémosle la batuta a Diana Pizano.

Los invitamos a conocer todo su trabajo en www.lifeisanillusion.com