Rosa Helena Escobar es nuestro personaje del mes

Rosa Helena Escobar Lux nos cuenta de su trayectoria académica en Francia y de su Doctorado en Biología Marina y Eco-toxicología en el Instituto de Investigación Marina Noruego (IMR) en conjunto con la Universidad de Bergen (UiB).

¿Qué has hecho desde que te graduaste del Colegio en el 2010?

Desde pequeña siempre tuve una gran fascinación por la naturaleza, me encantaba ver El Cazador de Cocodrilos en Animal Planet y lloré cuando Steve Irwin se murió. Siempre dije que quería ser bióloga marina, pero ese era el tipo de sueños que desafortunadamente en un país como Colombia se desvalorizaban, al menos en el momento cuando yo soñaba aún me lo planteaba. Entonces sin dejar mi fascinación por la naturaleza, que se reforzaba en las caminatas del Colegio, al terminar un primer año de estudios de la lengua francesa, hice mi pregrado en la Universidad de Montpellier II (Francia) y me gradué de Geo-ciencias, Biología y Ciencias Ambientales. En ese momento consideré hacer la Maestría en Oceanografía y Medio Ambiente Marino en la Universidad de la Sorbona, como la oportunidad de formarme y dirigir mis estudios hacia mi más grande pasión. En esos años tuve la oportunidad de trabajar en varias estaciones de investigación marina alrededor de Francia y hacer dos pasantías en Noruega. Esto fue lo que me llevó a presentarme al Doctorado en Biología Marina y Eco-toxicología en el Instituto de Investigación Marina Noruego (IMR) en conjunto con la Universidad de Bergen (UiB).

En este momento soy candidata a doctora y mi tesis de doctorado toma como enfoque evaluar el impacto que las granjas acuícolas de salmón, específicamente los tratamientos contra el piojo de salmón, tienen sobre el medio ambiente. Al exponer especies clave de los ecosistemas marinos y desarrollar modelos que nos muestren la dispersión de estos químicos en el océano, buscamos comprender los riesgos de la acuicultura.  Como organismo consejero del ministerio, buscamos influenciar de manera positiva las leyes y la selección de los nuevos emplazamientos de las granjas acuícolas, para que se produzca un menor impacto ambiental.

Eres de las pocas exalumnas que ha hecho pregrado en francés. ¿Cómo fue esta experiencia?

Hacer el pregrado en francés fue un desafío del que me siento muy orgullosa de haber superado. El desafío en sí, no fue solo de comenzar una carrera en la lengua francesa en donde debía asistir a clases magistrales donde los profesores conversaban para estudiantes formados en Francia, con acentos diferentes, sino también con posiciones culturales diversas. La academia francesa tiene la reputación de ser extremadamente estricta y dura y así fue mi experiencia. La relación con los profesores es diferente, el formato de calificaciones es diferente, las expectativas también son diferentes, pero con trabajo y dedicación se puede lograr.

En tu recorrido académico ¿Cómo llegas a interesarte por la acuicultura?

Creo que la acuicultura nunca fue mi interés principal. Mi recorrido académico y mi mayor interés son los océanos, pero a través de mis estudios pude ver diferentes formas de trabajar con los océanos. La acuicultura es una de las formas en la que veo cómo se puede ayudar tanto a la sociedad como una forma de y a los océanos, como una fuente alternativa de proteínas sanas, y al mismo tiempo, ayudar a aliviar la presión que se está viviendo por la sobrepesca y la sobrepoblación humana. Tuve la suerte de poder trabajar en un país como Noruega donde existe una relación muy estrecha entre la vida cotidiana de las personas y el mar. Puedo señalar que tienen un profundo respeto y admiración ancestral a los mares y a sus recursos. Fue allí donde aprendí del potencial que la acuicultura responsable puede tener para los mares y la humanidad.

¿Por qué la describes como una solución económica y socialmente responsable con el planeta?

A medida que la población humana continúa creciendo, encontrar medios para alimentar a tantas personas es uno de los desafíos más importantes que enfrentamos a nivel mundial, tanto de un punto de vista de salud pública como ambiental debido a la deforestación ocasionada. En consecuencia, los peces y otros organismos acuáticos encajan en el modelo de fuentes saludables de proteínas. No obstante, la cosecha de fuentes salvajes de peces, crustáceos y otras especies acuáticas, no pueden satisfacer la demanda presentada por la creciente población humana. Tratar de satisfacer la demanda a través de intereses de pesca comercial, eventualmente resultaría en una pesca excesiva y la pérdida de esas especies y ecosistemas por completo. Por lo tanto, la acuicultura es ideal para satisfacer la demanda humana y también aliviar la presión sobre las especies salvajes. Las especies acuáticas y de peces en general son una fuente mucho más saludable de proteínas en comparación con el ganado comúnmente consumido hasta el presente. Además de esto, la acuicultura suele ser mucho más eficiente que la producción de ganada vacuno o porcino, el costo calórico de la producción de peces es mucho más ventajoso que la producción de otras carnes. Para producir un kilo de peces se necesita un kilo de alimento, para producir un kilo de res se necesitan 7 kilos de cereales.  La tierra dedicada a los estanques de peces producirá diez veces o más de productos consumibles que la misma tierra utilizada para criar ganado vacuno o porcino.

Desde tu punto de vista ¿cuál es la mejor forma de cuidar los ecosistemas marinos hoy en día?

La educación. En el 2015 tuve la suerte de poder asistir a la conferencia COP 21 organizada por Climate Action y la UNEP (Naciones Unidas) donde se revisó la implementación de la Convención de Rio (1992). Para los que no conocen sobre esto, este es el lugar en donde 195 países crean una respuesta política internacional al cambio climático. Lo especial de ese año fue la lucha que se dio para incluir por primera vez en los tratados internacionales la palabra “océanos”. Sin desestimar la importancia ambiental o la belleza de las selvas y los bosques, a los que hemos llamado los pulmones de nuestro planeta, estos producen alrededor del 27% del oxígeno que respiramos. El verdadero pulmón de la Tierra son los océanos, que producen alrededor del 70% del oxígeno de la atmósfera (el 3% restante son otras fuentes de oxígeno). Es increíble pensar que solo hasta el año 2015 el océano no había sido considerado a una escala mundial como una parte central para la respuesta al cambio climático. Por eso es que la educación es la clave para sensibilizar y cuidar a los ecosistemas. Las personas deben conocer la verdadera importancia de los mares, para protegerlos.  Ya desde un punto de vista más personal, sobre cómo ayudar a proteger los ecosistemas marinos en el día a día, se puede empezar con acciones pequeñas como dejar de usar pitillos plásticos o usar bolsas reutilizables cuando se hace mercado. Tenemos que ser conscientes, por pequeño que lo parezca, que cada acción cuenta.

 

¿Crees que es posible que en Colombia se haga acuicultura de salmón o con otras especies diferentes? ¿Qué ventajas y desventajas le ves a esta práctica en un contexto como este?

Ni en el Pacífico ni en el Caribe sería una opción tener granjas de salmón por la biología de este pez, y aunque lo fuera yo no recomendaría. Existen dos especies de salmón, el Atlántico y el Pacífico; es el primero el que se produce en la acuicultura mundial. Tanto Chile como Australia decidieron empezar la acuicultura del salmón del Atlántico es sus mares, personalmente considero esto como un acto extremadamente irresponsable pues esta especie no pertenece al Pacífico y entra en conflicto con las especies locales, por eso no es una opción para el Pacífico Colombiano. En cuanto al Caribe, la temperatura del mar no es apta para el desarrollo de este animal además que debido al tamaño del salmón y los números que se tendrían por granja tendría un impacto ambiental sobre los arrecifes de coral.  La acuicultura tiene ventajas sobre otras formas de agricultura que todavía se encuentran en pañales. Todavía se pueden tomar decisiones y hacer leyes que hagan de esta una mejor práctica tanto para el ser humano como para el ambiente. Colombia ya cuenta con algunas infraestructuras de acuicultura con especies como el camarón, tilapia y carpa, entre otros. Lo que se necesita es un desarrollo responsable y sostenible de estas granjas.

Una especie que sería interesante para Colombia podrían ser la langosta del caribe (Panulirus argus). La langosta es cada vez más, una especie que se está pescando en exceso pero se desconoce que el ciclo de vida de una langosta es largo. Para llegar al tamaño del primer año de madurez sexual les tarda 2 años, pero estas son langostas de tan solo 80mm. Una hembra toma en promedio dos años en liberar las larvas y para que estas lleguen al tamaño en el que nos los estamos comiendo tardan años, sin siquiera tomar en cuenta la importancia de este animal en su ecosistema. Las ventajas de este tipo de acuicultura es reducir le presión ambiental que la pesca tiene en el presente, además de darle un recurso estable a las comunidades locales de pescadores quienes tienen el potencial de ser los actores principales de este tipo de acuicultura sostenible. Las desventajas se encuentran en donde y como se hagan las granjas que podrían impactar las poblaciones locales. Por eso sería muy importante hacer estudios de la geografía y ecosistemas antes de empezar cualquier acuicultura para evitar todo impacto negativo a si mismo que la restricción de químicos o pesticidas en las granjas.

¿Cuál sería tu siguiente paso al finalizar el doctorado?

Siempre considere como mi objetivo final volver a Colombia y crear un centro de investigación marina que fuera del ámbito público como los IFREMER en Francia, o IMR en Noruega, pero que tuviese un lado social en el que se involucren comunidades locales y nativas en la protección del medio ambiente marino, pero al mismo tiempo, que sirva como organismo consejero para el gobierno en las decisiones de desarrollo y protección ambiental marino. Un centro de investigación que sea conocido tanto en las costas Pacifica y Caribe como en el interior del país. Pero para hacer esto considero que todavía necesito más experiencia en la investigación o en la comunicación científica y la educación. Si decidiera irme más por el lado de investigación seguiría el doctorado con un post-doc, en qué o en donde, todavía no lo sé.

Si me fuera por el área de la educación y comunicación científica, sueño con poder emprender un viaje velero con mi pareja, con visitas planeadas, en el que tendríamos por objetivo acceder a pueblos y ciudades costeras de Latinoamérica, para enseñar sobre los ecosistemas tanto a los niños como a jóvenes, pero también en una campaña de outreach para las nuevas generaciones latinoamericanas.  Organizar esto y pensar que pueda tener un impacto social requiere de planeación, recursos y de logística.

Preguntas rápidas:

 

¿Cuál es tu palabra favorita?

Por la definición: Paciencia. Por el sonido: Sapote

¿Cuál es la que menos te gusta?

Por la definición: Prejuicio. Por el sonido: Lancha

¿Cuál es el sonido que más recuerdas del Colegio?

Los balones de basket redoblando en el polideportivo

¿Cuál es el olor que más recuerdas del Colegio?

El pasto recién cortado

¿El profesor/a que más recuerdas?

Rafa Müller, Camila Gamboa, Fercho

¿Cuál fue tu materia favorita?

Historia y Creative Writing

¿Cuál era tu lugar preferido en el Colegio?

En el pasto, al lado de las banderas entre primaria y básica.

¿Quiénes eran tus mejores amig@s? 

Me la llevé muy bien con muchas personas, de mi curso pero también de otras generaciones con los que jugabamos basket u otros deportes. Hoy mantengo una relación muy bonita con mis amigos aunque la mayoría ya no estemos viviendo en el mismo país.

¿Podrías decirnos una cosa que hayas aprendido en el Colegio y que pones en práctica hoy en día?

Es una pregunta difícil. En 14 años se aprenden muchas cosas. Podría decir leer, escribir, sumar, pero esto se puede aprender en cualquier lugar. Diría que ciertos valores mezclados con los que aprendí en mi casa, constituyen a quien soy hoy.

¿Hay algo que te hubiera gustado aprender en ese tiempo y no tuviste la oportunidad?

Una de las cosas que más recuerdo con nostalgia del colegio fueron las caminatas de cada año. Pienso que además de las clases de ciencia era donde más aprendíamos sobre la naturaleza. Mi generación no tuvo caminatas que nos llevaran a al Pacifico o al Caribe, donde como jóvenes (la mayoría) nacidos en el interior, hubiésemos podido aprender sobre el territorio marítimo colombiano.

¿A quién te gustaría ver como personaje del mes?

Diana Stasiukynas quien trabaja en un proyecto de protección de jaguares con la organización internacional Panthera. Esta es una iniciativa de conservación que consta de proyectos de investigación a escala continental y local que busca asegurar la continuidad de las poblaciones de jaguar en el tiempo.